Tenso es el ambiente que se vive en Colombia previo a las elecciones, injerencia directa que ha tenido la presidencia, sus funcionarios y las diversas dependencias del gobierno sobre el proceso marcan lo que ocurrirá en las urnas el próximo domingo. Cambio a la fuerza que se quiere imponer desde la izquierda saca de todas proporciones lo que ha ocurrido en este proceso y la violencia electoral que se ha desatado a lo largo y ancho de la geografía nacional. Bogotá, Medellín y Cali son el fortín que persigue el Pacto Histórico y llama a despertar consciencia en los ciudadanos frente a lo que se encuentra en juego. Voto a consciencia es fundamental en el marco de una jornada democrática que no admite la abstención y necesita dejar claro si, Gustavo Francisco Petro Urrego, sigue con un cheque en blanco o se pone un freno al progresismo social que se quiere tomar a Colombia, es lo que afirma el periodista-investigador-coaching digital, Andrés Barrios Rubio, en la columna de opinión en AlPoniente.com que esta semana tituló «¡Ojo con el voto!» y amplía en el podcast «Panorama Digital».
Para el PhD. Barrios Rubio artimañas populistas, discursos mitómanos, desdibujan la esperanza de cambio con las acciones de la izquierda en Colombia. Los hechos acaecidos, en los últimos 14 meses, dan buenas razones para pronunciarse en las urnas y marcar distancia frente al gobierno que alejado está de defender la libertad, la justicia y la equidad. Lo propuesto por el Pacto Histórico, y sus candidatos, descalifica la institucionalidad y agrieta la democracia colombiana. Calentar el ambiente ciudadano con post en redes sociales, discursos embusteros en plaza pública o delirios de persecución en medios de comunicación, abre paso a un séquito, de hambrientos militantes, que no le importa el daño que causan, al país, con sus mentiras y desinformación.
La ambición de poder escuda de garantías a falsos adalides que dicen luchar por el bienestar de los más vulnerables y la «paz total», pero en su actuar develan que se debe pasar del ilusionismo a la triste realidad que muestra más de lo mismo en el continuismo de las coaliciones. Privilegios desmedidos, clientelismo y corrupción, eclipsan con promesas falsas, y ánimos plagados de revanchismo, que el futuro de Colombia será igual, o peor, al que tanto criticaron por años. Grave error del Pacto Histórico ha sido, y será, haber incendiado la nación, constituir el entrampamiento que se tejió frente a la soberanía popular y exaltó la expectativa de muchos, reclutó ingenuos, e hizo creer que venía un cambio que no resultó y terminó siendo más de lo mismo.