Las marchas que se vivieron en Colombia este 21 de abril, en contra del gobierno de Gustavo Francisco Petro Urrego, fueron una exitosa expresión de la democracia. La jornada de protesta libre, manifestación de gente decente que su presidente califica de golpistas, demostró que la legitima protesta lejos está de quemar buses, romper vidrios y decapitar motociclistas como lo hizo un movimiento por interpuesta persona con las primeras líneas. En las calles estuvo la demostración contundente de que el país tiene un gobierno incendiario, equivocado, y sin norte, rodeado de funcionarios mediocres y presionando por la delincuencia a consecuencia de los acuerdos que hizo con ellos para llegar al poder. La ideología de izquierda, de un progresismo socialista que representa su mandatario, no construye, solo destruye. El pueblo expresó desde el fondo de su ser que desde que llegó el cambio a la presidencia todo se está dañando, se está acabando con lo construido por más de 200 años, fue lo que afirmó el periodista-investigador-coaching digital, Andrés Barrios Rubio, en la columna de opinión en AlPoniente.com que esta semana tituló «Determinante golpe de opinión» y amplía en el podcast «Panorama Digital».

Para el PhD. Barrios Rubio prueba fehaciente de que el gobierno de Gustavo Francisco Petro Urrego ya no representa a la mayoría de los colombianos, que decía personificar, fue la marcha de este 21 de abril. Golpe, al ego de su presidente, es la demostración de un ejercicio democrático que exige una visión de país distante del desastroso rumbo socialista. La masa popular que fluyó espontáneamente en las calles, de todas las poblaciones colombianas, fue la confirmación de que en la garganta de toda una nación hay un grito de inconformismo, rechazo rotundo a un gobierno mitómano, resentido, con delirio de persecución, que está llevando a Colombia al abismo. Lo visto en las marchas confirma a la izquierda que Colombia no está contenta con sus políticas.

El mensaje del pueblo fue claro, el hundimiento de la reforma a la salud contó con el respaldo de la inmensa mayoría del país, aviso claro para el Congreso que tiene en sus manos el destino del acto legislativo que busca transformar las pensiones, las normas laborales y demás intenciones que quiere imponer la administración del cambio. La voz de un pueblo clamando el #FueraPetro delinea lo que será una confrontación ideológica que marcará el destino de los próximos dos años y llevará a unos y otros a la vía pública. Respuesta de Gustavo Francisco Petro Urrego, desde su cuenta en X, a lo acaecido, a lo largo y ancho de la geografía nacional, muestra su intención de dividir y radicalizar el nefasto discurso de un progresismo populista que se niega a perder la batalla e irse en calma en los dos años que le quedan en el poder.

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