Decepción, desilusión, preocupación, son tres palabras que empiezan a girar en torno a la izquierda colombiana, expectativa que existía por ese cambio comienza a tener incógnitas, empieza a encontrarse con unas acciones que desdibujan lo que se decía en campaña. Colombia profunda y olvidada fue ultrajada esta semana con el plantón que se realizó a los alcaldes en la ciudad de Bogotá, a esto se suma una reforma tributaria que de una u otra manera tocará el bolsillo de las clases menos favorecidas. Ejercer gobierno es bien diferente a la crítica ácida y permanente que estaban acostumbrados a realizar. Múltiples tareas vienen en la agenda y será el gobierno quien se encargará de demostrar si se equivocó el pueblo o si esa alternativa de cambio tendrá algo para mostrar al mundo diferente a lo que ha ocurrido en países del vecindario, es lo que afirma el periodista-investigador-coaching digital, Andrés Barrios Rubio, en la columna de opinión en Pulzo.com que esta semana tituló «Desde el desayuno se sabe…» y amplía en el podcast «Panorama Digital».
Para el PhD. Barrios Rubio salidas en falso del presidente electo, el equipo de gobierno designado y las fichas claves del pacto histórico, denotan que cuesta pasar del discurso a ejercer gobierno. Oposición violenta que incentivó el inconformismo que condujo al terrorismo urbano fue el que encendió la llama del cambio, luz de la esperanza que se materializó en las urnas y ahora tiene la difícil labor de llevar a la realidad todo lo prometido, utopía del mundo perfecto que poco a poco se desmorona. La incoherencia entre la palabra, vehemente y firme, de la campaña, y los actos previos a la posesión, desencantan a los “nadies” que pudieron comprobar, de primera mano, cómo se empezó a diluir el sentido compromiso que se decía tener con la Colombia profunda y olvidada.
Desplante a 917 alcaldes, de todas las regiones del país, advierte que, contrario a lo que vendieron, con cortinas de humo en época electoral, la propuesta política de la izquierda se pulveriza ante las artimañas, de los acuerdos burocráticos, que están conexas a gamonales legislativos que se aproximaron, a las toldas ganadoras, para hacer más de lo mismo prometiendo resultados distintos. Reforma tributaria, sobredimensionada y desequilibrada, que ya se proyecta para ser presentada a la aprobación del Congreso, es la consecuencia de recibir la posta de un gobierno que deja las arcas del erario raspadas, pues tuvo férrea oposición a un ajuste, al régimen contributivo, que atendiera las afugias de una pandemia y una economía mundial estancada.