Divergencia que agudiza la polarización de los colombianos enciende las alarmas sobre lo que será el proceso electoral de este 19 de junio, ansias de cambio llevan al límite las propuestas de la izquierda en cabeza de un Pacto Histórico que ve con angustia cómo se le escapa de las manos lo que consideraba una victoria más que asegurada. Conexidad de Gustavo Petro con Roy Barreras, Armando Benedetti, Piedad Córdoba, y demás actores de la política tradicional, antes que sumar adeptos han restado credibilidad a un proyecto político que se empantana en la mitomanía del candidato, los escándalos de incómodos militantes y las agresiones de fanáticos seguidores que desde verdades a medias buscan acabar con la honra de su contrincante. Debilidad en contenido y forma de las propuestas programáticas llaman a los colombianos a no confiar el futuro al parecer de unos pocos e ir masivamente a las urnas para impedir un salto al vació que conduzca a Colombia al socialismo del siglo XXI que ya ha mostrado sus consecuencias en Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Argentina, Chile y Perú, es lo que afirma el periodista-investigador-coaching digital, Andrés Barrios Rubio, en la columna de Pulzo.com que esta semana tituló «Importancia del voto» y amplía en el podcast «Panorama Digital».

Para el PhD. Barrios Rubio Colombia está camino al momento más trascendental de su vida democrática, ejercicio responsable del derecho al voto, de manera masiva, será fundamental. Futuro inmediato de Colombia llama a trascender el inconformismo y la indiferencia, a través del voto serio, solidario y consciente que evitará que la nación cambie su institucionalidad por un sistema improvisado que ha fracasado en varios países. Matoneo y amedrantamiento, que se ha ejercido desde los extremos ideológicos, no puede atomizar la moral del ciudadano que, con convicción política, lejos del sufragio en blanco, está convencido que en estos comicios está en juego la democracia frente a la dictadura comunista. Libre albedrío de cada uno, para la toma de decisiones particulares, ha demostrado que nada es malo en sí, lo perverso está en el uso que se le da.

Segunda vuelta de la campaña presidencial evidencia que la estrategia de un sector, para tomarse y perpetuarse en el poder, está en pulverizar el ambiente con fake news que incentiven la indecisión, del colectivo social, que llevará a la victoria a quien lleva doce años reuniendo lo peor de la política y la sociedad en lo que llaman un Pacto Histórico. Peligroso es el coctel de odio, resentimiento, ataques y división que ha venido preparando la izquierda en los últimos años, intolerancia que se teje contra todo aquel que piensa diferente a ellos. Presión que ejercen los sectores alternativos para sacar a los jóvenes y las clases populares a las marchas, que siempre terminan en disturbios, denota que los problemas de Colombia van más allá del populismo que quieren propagar aquellos politiqueros que se autoproclaman como progresistas.

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