Lo que vino detrás de la columna de María Jimena Duzán deja tanto de largo como de ancho en el territorio colombiano, dilema ético que se quiere plantear al periodismo, tras un texto de opinión, deja de lado que se trata de un escrito que refleja una visión particular, percepción sobre unos hechos, en un entorno determinado. No se está hablando de una nota periodística, un reportaje o una crónica que exigirían otro tipo de tratamiento y otras variables para confrontar lo que allí se afirma, si bien deja serios cuestionamientos sobre su mandatario y su proceder, es deber de Gustavo Francisco Petro Urrego dar respuesta a esas incógnitas que planteó válidamente María Jimena Duzán como periodista y como ciudadana a su presidente. Aquí no está en juego la ética periodística, tampoco el valor de los medios de comunicación, es el futuro de una nación que depende de quien vive de retraso en retraso, cancelaciones y muchas incongruencias frente a lo que dice y hace, es lo que afirma el periodista-investigador-coaching digital, Andrés Barrios Rubio, en la columna de opinión en AlPoniente.com que esta semana tituló «Las adicciones de palacio» y amplía en el podcast «Panorama Digital».
Para el PhD. Barrios Rubio revuelo que causó la columna de María Jimena Duzán, esta semana en la Revista Cambio, dejó en evidencia la doble moral que acompaña al colectivo social colombiano. Dudas que acompañan el estado psicológico, y de salud, de su presidente deben ser resueltas con la evidencia pública de un examen médico. Secreto a voces es que las cosas en Colombia no marchan bien, la administración pública al mando de la izquierda anda de tumbo en tumbo, y se complejiza con las salidas en falso, el incumplimiento y la mezquindad de su mandatario. Carta abierta que se publicó, este fin de semana, es la consecuencia del corto circuito que tiene su dignatario con los medios de comunicación, y el periodismo en general.
Romper con los cánones que siempre existieron entre la Casa de Nariño y la industria informativa llevó a que el diálogo directo entre el periodista y el implicado deba asumir mecanismos como el empleado para obtener una respuesta, pues fue el propio Gustavo Francisco Petro Urrego quien trasladó la oficina de prensa del gobierno a X/Twitter. Grave error de su presidente es atomizar el ambiente frente a un tema tan delicado que deja dudas en la opinión pública y lejos está de estigmatizar la figura de quien rige los destinos de la nación. Pruebas que se exigen al texto de María Jimena Duzán carecen de sustento, pues lo que allí se publicó es un secreto a voces que exige de una respuesta clara y certera de Gustavo Francisco Petro Urrego.