Bueno es culantro, pero no tanto, una cosa es el libre derecho a la protesta, la agrupación, la manifestación pública, y otra el vandalismo que ha llegado a cada una de las ciudades colombianas. Conexidad de hechos que llevan a un solo punto, un solo interés, un político que está pescando en rio revuelto, que caza muchos idiotas útiles que le sirven a la causa, pero en el fondo los dejará a la deriva. Una corriente que no midió las consecuencias de la protesta social, unos sindicalistas que sirvieron a sus ideales, pero perdieron el norte y el dominio sobre la masa protestante, lo visto quemando un Palacio de Justicia, permitiendo que muera gente en las ambulancias, y ni qué decir de los bloqueos y extorsión que se vive en cada una de las zonas son puntos que llaman a la cordura, pero también a que el gobierno tome mano fuerte y desde los agentes del orden retome la calma, es lo que afirma el periodista-investigador-coaching digital, Andrés Barrios Rubio, en la columna de Pulzo.com que esta semana tituló «¡Leña al fuego!» y amplía en el podcast «Panorama Digital».
Para el PhD. Barrios Rubio muchos son los que quieren cobrar réditos del paro sin asumir la responsabilidad que les corresponde por polarizar y atizar la protesta extralimitada y vandálica en la calle. Comité Nacional del Paro, políticos, colectivos estudiantiles, cabildos indígenas, organizaciones sociales, fuerzas armadas, entes gubernamentales, medios de comunicación, líderes de opinión, todos sin excepción, tendrán que asumir el señalamiento que les corresponde por las consecuencias que trae consigo una manifestación ciudadana desbordada.
Bloqueos y violencia, que se han perpetrado con interés político desde el 28 de abril, acompañan la incongruencia de una marcha que demuestra ser pacífica en el día, pero saca a flote lo peor de la condición humana en las noches; barbarismo cavernícola que hastía al grueso del colectivo colombiano que ve cómo se desmorona el estamento democrático del país. Devastador coletazo económico de la pandemia, sumado al millonario costo del paro, difícilmente permitirá en el corto plazo recomponer el camino y recuperar las 40.000 empresas cerradas, con los algo más de 300.000 empleos perdidos, por la debacle que arrastra la industria nacional. Inconformismo social, que lleva varios días en las calles, dejó en el ambiente que las vías de hecho son las únicas válidas para captar la atención, de la comunidad nacional e internacional, y propiciar la firma de pactos de tregua en el marco del conflicto. El llamado es a respetar a las ambulancias.