Absurda violencia, destrucción de los símbolos, ataque al comercio, desborde en la manifestación pública que se vivió esta semana solo llama a mirar de fondo lo que está ocurriendo en Colombia. Incapacidad de argumentación, discusión y construcción colectiva por parte de la marcha protestante, pero también sordidez, hipocresía, mala leche del ente gubernamental en la política pública que se quiere llevar a la solución de esta crisis que atraviesa la nación. Hay que poner los pies en la tierra, ni tanto que queme al santo, ni tampoco que no lo alumbre, puntos medios de negociación, de unión, son los que requiere Colombia para salir delante de esta crisis política, económica y social por la que se está transitando; un entorno que solo denota la testaruda incomprensión que acompaña a cada una de las acciones en esta marcha protestante, es lo que afirma el periodista-investigador-coaching digital, Andrés Barrios Rubio, en la columna de Pulzo.com que esta semana titulo «Insensatez de la protesta» y amplía en el podcast «Panorama Digital».

Para el PhD. Barrios Rubio para nadie era un secreto lo que ocurriría con la convocatoria del 28 de abril, y lo que se espera este 1 de mayo, ¡ignorancia llevada a la calle y constituida en vandalismo! Estulta actitud del gobierno y los promotores del paro atizaron los ánimos ciudadanos y llevaron a la vía pública un grito reprimido de desesperación que acompaña al colectivo colombiano, aglomeración de intereses que traerá sus consecuencias a la vuelta de dos semanas. Mezquina terquedad de mantener en el Congreso la reforma tributaria, que ahorca a los sectores más vulnerables en medio de una pandemia, el desempleo y el hambre, encumbra la indolencia administrativa a la luz de la zozobra social que legítima la protesta masiva que priorizó su inconformismo sobre el derecho a la vida.

Evidente malestar, cansancio e indignación, que no midió lo peligroso de ir a la marcha, promovida por humanistas ávidos de beneficios políticos personales sin pensar en la vida de los demás. Información falsa, verdades a medias, que circuló por los escenarios sociales, cadenas de WhatsApp y TikTok, promovió la violencia y agresividad que incitó al desorden que derribó monumentos, violentó locales comerciales, destruyó bienes públicos o privados, y atropelló la paz. Incapacidad argumentativa y propositiva que hace invisible la posibilidad de expresarse con tranquilidad y construir en conjunto una solución al difícil momento que atraviesa el país.

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