Pasan los días y cada vez se hace más latente la preocupación del colectivo social colombiano frente al gobierno de su presidente, es inconcebible lo que viene ocurriendo con la Ministra de Minas y Energía, pero ni qué decir el nombrar garante de un proceso de negociación de paz a Nicolás Maduro, con todo lo que él ha significado al interior de Venezuela y para la sociedad latinoamericana. Ahora también se suma el alza de la gasolina y el impacto que esto traerá en el bolsillo de todos los colombianos, se decía que era una afectación para la clase de mayor poder adquisitivo, pero lo que no se piensa es el efecto colateral que traerá a las clases populares y en los insumos de la canasta básica familiar. Se está al frente de un derrotero que habla de una ausencia de planificación y de visión de lo que es ejercer el poder, fueron muy buenos para criticar y señalar, pero no para ejecutar y ver la realidad de una nación, es lo que dice el periodista-investigador-coaching digital, Andrés Barrios Rubio, en la columna de opinión en Pulzo.com que esta semana tituló «Sindéresis» y amplía en el podcast «Panorama Digital».

Para el PhD. Barrios Rubio, ¡La ignorancia hace verdaderos sabios! Postulado que se ratifica al observar cada acto o pronunciamiento, en el ejercicio del poder, encarnado en el Pacto Histórico. Pasan los días y, cada vez más, crecen las preocupaciones en lo que está por venir, con el gobierno de Gustavo Francisco Petro Urrego, para el futuro de Colombia. Anuncio de fuerte incremento al precio de la gasolina, intensión de trasladar y apropiarse de los ahorros pensionales depositados en fondos privados, apuesta de reforma política para posibilitar que la clase dirigente siga haciendo de las suyas y los congresistas ejerzan de ministros, pedirle a Nicolás Maduro que sea garante de conversaciones de paz, son los derroteros que en los últimos días han dejado más que claro que para su presidente poco y nada vale el bienestar del colectivo social.

Ineptitud de los ministros, mezquindad de los alfiles del pacto de izquierda en el legislativo, masacres constantes -no solo en las zonas rurales sino en el sector urbano-, acciones por vía de hecho que apagan las turbinas del Guavio, reforma tributaria que delinea cómo se ahogara con impuestos al ciudadano, son la cuota inicial de un proceso de cambio que va a generar un conflicto interno muy violento. Propuesta de vivir sabrosito se diluye rápidamente y va a terminar muy mal, poco a poco los incautos, que creyeron ciegamente en el mitómano encantador de serpientes, despiertan en la cruda realidad de una apuesta política que opta por buscar mecanismos para expropiar de todas las maneras posibles, la toma de tierras a la fuerza, el alza de combustibles -solo a la gasolina (carros particulares)- y ahora suma el desvío de los ahorros pensionales, para hacerse a recursos que le permitan dar subsidios a quien no ha trabajado y sueldo a los que han delinquido.

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