Las actuaciones de los «honorables togados» en los últimos días han sido cuestionadas por los colombianos, decisiones arbitrarias y contrarias a la razón llevan al Director del Departamento de Comunicación Social y Cinematografía de Utadeo, Andrés Barrios Rubio, a tocar este tema en su columna de opinión «El que la hace, no la paga… ¡ser pillo vale!» en Pulzo.com. El caso Santrich, el consumo de licor y drogas en lugares públicos, entre otros, son una bofetada a los colombianos de bien que ven impotentes cómo el aparato judicial menoscaba la poca credibilidad que le queda.
Barrios Rubio evidencia que la disfuncionalidad de la rama judicial resta credibilidad a las decisiones que puden estar ajustadas a la norma, pero salidas de toda proporción. La justicia está enfrascada en un profundo escollo, todo bajo el discurso de la necesidad de implementar un acuerdo imperfecto y el temor de retornar al conflicto más antiguo del continente.