Serias dudas dejan el proceder de grupos políticos conexos al gobierno, y de las fuerzas opositoras, en el Congreso de la República, aprobación de articulito que buscaba censurar y amordazar a la prensa colombiana ha dejado en entredicho las intenciones de quienes son señalados de actos no venidos al correcto proceder, ni el actuar, que uno esperaría de la clase dirigente del país. Mucho hay que cortar frente a lo que se quiere ocultar y el cómo la prensa juega un papel fundamental en la construcción de opinión pública, entorno de denuncia, de poder destapar triquiñuelas que se tejen al interior de la clase política colombiana. Un entorno que llama a prestar atención a cómo será la pedagogía política de cara a las elecciones de 2.022, malos son los extremos, límites que llama a prestar atención a lo que se está maquinando en el centro, la izquierda y la derecha, es lo que afirma el periodista-investigador-coaching digital, Andrés Barrios Rubio, en la columna de opinión en Pulzo.com que esta semana tituló «Peligroso extremo» y amplía en el podcast «Panorama Digital».

Para el PhD. Barrios Rubio el radicalismo ideológico de izquierda, centro o derecha es igual de malo para la democracia, el país requiere de pedagogía política de cara a 2.022. Torpeza administrativa, jurídica y social del gobierno y su partido han quedado en evidencia en las últimas semanas, afán por mantener el poder sega el sentido común y raya los límites de un sistema arbitrario y tiránico. Erráticos pasos de la Fiscalía persiguiendo a la oposición, intento de imponer una ley mordaza al periodismo, son tan solo unos ejemplos del desespero de un partido que tiene claro que el colectivo social apuesta por un cambio drástico en el ejercicio del poder.

Uso de la contratación pública para favorecer a sus candidatos, ruptura de la independencia de los entes de control y oscuros movimientos que encienden las alarmas sobre las garantías electorales, antes que ser un delirio de persecución de los mamertos es el resultado del indelicado proceder de quienes olvidaron que en la vida no solo se debe ser honesto sino parecerlo. Señalamientos de desprecio al régimen que se vive en Venezuela, Nicaragua, o Cuba, y su posible extrapolación a Colombia, con quienes dicen tener un pacto histórico por la nación, se desdibujan con el proceder revanchista que sacaron a flote las coaliciones del gobierno en el legislativo.

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