Intolerancia prima en cada una de las acciones en el entramado social, el no poder tener un punto de vista divergente ha sido la constante en cada una de las acciones que se están viendo en el día a día en el territorio colombiano. El Ministro de Defensa, la Alcaldesa de Bogotá, los Representantes y Senadores, el defensor del Gobierno ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cada uno llega al ojo del huracán por decir lo que muchos piensan, pero que políticamente no se considera correcto. Comportamiento social puede estar rondando la hipocresía, una cosa está en el pensamiento y otra se expresa, devenir que está de cada uno de los lados: izquierda, derecha y centro atizan la polarización y tienen un derrotero desde el cual mirar lo que acontece en Colombia, es lo que afirma el periodista-investigador-coaching digital, Andrés Barrios Rubio en la columna de Pulzo.com que esta semana tituló «Más vale colorado que…» y que amplía en el podcast «Panorama Digital».
Para el PhD. Barrios Rubio la agenda informativa de los últimos días está plagada de doble moral en la interpretación de los hechos, hoguera social se enciende para llevar al escarnio público a quien tiene el valor civil de llamar los hechos por su nombre. Niños como maquina de guerra en el marco del fenómeno narco–guerrillero, inseguridad ciudadana conexa a la llegada indiscriminada de patriotas bolivarianos que huyen del flagelo de la dictadura venezolana, pulcros humanistas que piden coherencia política a quienes son investigados por supuesto enriquecimiento ilícito, recusación a cinco magistrados de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por prejuzgamiento y condena a la Nación sin ser escuchada, propuesta de permitir el porte de armas por aumento de la criminalidad, entre otros factores, son derrotero de la polarización ideológica en la concepción de la realidad que tiene el entramado social colombiano.
La prudencia hace verdaderos sabios, actitud de hipocresía en la que el sujeto tiene una convicción en privado, pero diametralmente opuesto se comporta y expresa en público. Dedo en la llaga que puso el Ministro de Defensa, luego del bombardeo en el Guaviare al campamento de las disidencias de las FARC, delinea un monstruo de mil cabezas que invade la zona rural del territorio colombiano. Secreto a voces es el reclutamiento de menores, por parte de los grupos al margen de la ley, para sus fines terroristas, coyuntura social que pone de carne de cañón a quienes por ignorancia, necesidad o presión abandonan la vida civil.