Al igual que cada cuatro años cándidos han aparecido partidos, movimientos y personajes de la vida pública nacional a someter su nombre a la opinión pública para llegar con propuestas, encantamiento de serpientes, al Congreso de la República. Impulsar la campaña presidencial de uno u otro candidato a través de alianzas o coaliciones de papel son las que se ven y en el fondo no pasan más que de ser un elemento distractor, estrategia con la cual se confunde al pueblo. Todos los partidos dicen tener la renovación, el cambio, pero en el fondo están los mismos nombres, con las mismas mañas, y con las mismas intenciones. Se está al frente de un entorno que llama a prestar atención con lo que viene y lo que se está jugando en cada uno de los extremos, tan sucia está la izquierda como la derecha, el centro se plaga de quienes se quieren desmarcar de cada una de esas alternativas y fungir como opción cuando no lo son; es lo que afirma el periodista-investigador-coaching digital, Andrés Barrios Rubio, en su columna de opinión en Pulzo.com que esta semana tituló «Listas las listas» y amplía en el Podcast «Panorama Digital».

Para el PhD. Barrios Rubio aspiración de renovar el legislativo quedó en ilusiones de momento, fórmulas de candidatos al Congreso es más de lo mismo de lo que tanto se queja Colombia. Esta semana se conocieron las apuestas de los partidos de cara a las elecciones de marzo de 2.022. Coaliciones de papel fueron incapaces de comprender que el cambio parte de la unidad, el trabajo colectivo es el que permitirá una transformación fuerte, en pie de lucha, para trabajar desde el territorio sin importar las diferencias entre unos y otros. Cálculos estratégicos en la asignación de escaños denotan la politiquería en la que los extremos de izquierda y derecha, e incluso los que ahora fungen de centro, son iguales, van por sus intereses mezquinos desde los que venden solo ilusiones.

Opción respetable y democrática comienza a tomar fuerza con el voto en blanco, obligación de los colombianos es desenmascarar a sagaces políticos que camuflados van transitando entre partidos o movimientos y quieren seguir en el poder. Injusticia social y económica que se perpetúa en Colombia es el resultado de candidatos que entienden y capitalizan un descontento social que estaba en el ambiente desde 2.019 y se agudizó con la pandemia. Doctrina miserable y retrógrada que quieren imponer los mamertos, y quienes se desmarcan para mostrarse de centro, teje el lastre que impedirá al país avanzar y desarrollarse en todos los campos; momento político, económico y social de la nación exige legislar pensando en la reactivación económica, más oportunidades de trabajo, y no en tantos subsidios como piden quienes viven de la ley del menor esfuerzo.

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