La población colombiana es reacia a pagar más impuestos en un gobierno que es percibido como corrupto, carece de capacidad para ejecutar propuestas políticas efectivas y está ansioso por extraer más dinero de los ciudadanos pensando en la campaña de 2026. Sería prudente considerar la posibilidad de reducir el gasto público en lugar de imponer una nueva reforma fiscal que ejercería una presión financiera indebida sobre la clase media. El arrinconar al ciudadano de a pie y quitarle su limitada renta disponible a través de los impuestos, mientras que simultáneamente no aborda el despilfarro del gobierno, Gustavo Francisco Petro Urrego está demostrando efectivamente su oposición a la inversión y al desarrollo privado. Es ilógico pensar en introducir nuevos impuestos en un momento en el que la izquierda ha demostrado una falta de acción tangible. Resulta sorprendente que pretendan imponer más gravámenes a la economía colombiana, lo que podría suponer la pérdida de valiosos recursos. Sería un error que el gobierno atomizar la reactivación económica a través de la expropiación del salario de la clase trabajadora, con el fin de subsidiar desde la desigualdad a los parásitos que no trabajan. Es lo que afirma el periodista-investigador-coaching digital, Andrés Barrios Rubio, en la columna de opinión en AlPoniente.com que esta semana tituló «La izquierda en el bolsillo» y amplía en el podcast «Panorama Digital».
Para el PhD. Barrios Rubio esta semana comienza a caminar en el Congreso el mayor desangre que se puede concebir contra la ciudadanía. Es evidente que la izquierda política colombiana debe tomar medidas para controlar el gasto excesivo y la corrupción, abstenerse de atacar al sector privado y dejar de hacer promesas de subsidios multimillonarios. La intención de Reforma Tributaria propuesta por el gobierno del cambio es un acto que camina en contra de la gente trabajadora, esa misma que Gustavo Francisco Petro Urrego decía defender. Un prudente aforismo atribuido a los abuelos del mundo empresarial afirma que, para gestionar eficazmente los recursos financieros, primero hay que atender a las minucias. El gobierno de Gustavo Francisco Petro Urrego se ha convertido en un importante sumidero de recursos, y ahora se dispone a provocar nuevos y sustanciales impactos negativos en la economía colombiana.
Es un reto para la alternativa del cambio justificar la imposición de impuestos para quien trabaja, estudia, hereda, crea, produce, compra y vende con el objetivo de subsidiar a los que han optado por un estilo de vida improductivo. La Reforma Tributaria propuesta es un ejemplo más de los intentos del gobierno de generar ingresos para saciar las vanidades y el ego de su mandatario. El objetivo de la izquierda es allanar el camino para las elecciones de 2026. La asignación de recursos se destinará a subvencionar actividades controvertidas, proporcionar ayuda financiera, satisfacer a los corruptos, crear burocracia, apoyar viajes para la familia y los amigos de su presidente, hacer política de los favores y gastar dinero en otras actividades diversas, mientras se engaña y utiliza al pueblo.