Colombia trata de retornar a la normalidad y aflora en el colectivo la polarización, tensiones de confrontación ideológica y visión de mundo que tanto dividen y estigmatizan. Creencias conexas a un tinte político que es manejado a la maravilla por los caudillos, del momento, que, desde sus discursos y forma de manejar el pensamiento de sus seguidores, logran un séquito de «idiotas útiles» que sin argumentos y evidencias siguen como borregos mansos a su sensei, replicando mensajes y acusaciones sin mayor sustento; esto es lo que afirma el Director del Departamento de Comunicación Social y Cinematografía de Utadeo, Andrés Barrios Rubio, en la columna de opinión esta semana en Pulzo.com que tituló «Pildorita para la memoria» y amplía en el Podcast «Panorama Digital».
Para el PhD. Barrios Rubio la protesta ciudadana, esa misma que de las calles se ha trasladado a los escenarios sociales del ecosistema digital en esta época de pandemia, está cargada de un bulling público que en ocasiones trasgrede la libre expresión y raya la injuria y calumnia; réplica de un sinnúmero de ataques e irrespetos que a diario se observan y dejan en evidencia que se olvidaron todas las normas del respeto y que la construcción de un país se da desde la aceptación de las diferencias. Radicalismo que no admite opiniones o argumentos contrarios, pareciera que creencias e imaginarios están sustentados en verdades a medias y sin reconocer la viga en el ojo propio.
Sin lugar adudas, la llama, que reavivó la polarización en este momento, esta asociada a los perfilamietos y chuzadas del ejercito a periodistas y la oposición, sumado a la violencia y abuso de autoridad de los policías con los ciudadanos del común que hacen frente a las afujías del momento aprovechando esguinces de la norma y encuentran a los agentes del orden que, distantes al estado democrático, muestran acciones de un régimen socialista en la peor de las dictaduras. Animos atizados que reactivan las voces opositoras que sacan a la luz pública profundos debates para señalar un lenguaje y acciones de guerra por parte del gobierno, su partido político y seguidores.