Colombia apuesta por la apertura gradual que reactiva la economía y retoma la cotidianidad, multiplicidad de actores que salen a la calle y convergen en el transporte público y los espacios sociales; confluencia de personas que amplían el riesgo de contagio y ya deja secuelas en el elevado número de positivos que se conocen a diario. La indisciplina social aflora en cada uno de los sectores del colectivo colombiano, es claro que 75 días de aislamiento ya pasan factura de contado por el cansancio, estamos al frente de un estado emocional en el que el sujeto confronta la fatiga, que trae consigo el confinamiento prolongado, y la necesidad de incrementar medidas de atención y prevención que amengüen las cifras del momento; es lo que afirma el periodista y coaching digital, Andrés Barrios Rubio, en su columna de Pulzo.com «Dónde está la bola, dónde está la bolita» y amplía en el podcast «Panorama Digital».

Para el PhD. Barrios Rubio la situación que ahora atraviesa Colombia delinea la necesidad de autocuidado apaciguada por la imperiosa obligación de buscar el sustento diario, sumado a la flexibilidad gubernamental con 43 excepciones promulgadas en el Decreto 749 del 28 de mayo de 2020. Enfrentamiento de las medidas de la presidencia con las normas que toman los mandatarios locales, tire y afloje por no asumir el costo político y social que trae consigo el pico de la coyuntura y la crisis económica que impacta el empleo y trae el hambre a los hogares colombianos. Es claro que, a más ciudadanos en la calle, el transporte público y los escenarios sociales, el riesgo de contagio sube; 80% de la población que sale y 20% que se mantiene en casa enciende las alarmas del sistema de salud, el Comité Asesor Epidemiológico y las autoridades que saben lo que ya pasó en Italia, España, Brasil y otros países que no apostaron por la seriedad del Covid–19.

La indisciplina social aclama gestas inmediatas del gobierno; la consciencia y cultura ciudadana deben primar y obligar a pensar, asimilar e interiorizar la responsabilidad que le asiste a cada uno con las normas de bioseguridad, el cuidado propio y el de los demás. Conservar la distancia, hacer uso de mecanismos de protección, no son un capricho, el acatar los protocolos evitará que se vuelva a un confinamiento extremo y se tengan que tomar medidas más drásticas.

La indisciplina social aclama gestas inmediatas del gobierno; la consciencia y cultura ciudadana deben primar y obligar a pensar, asimilar e interiorizar la responsabilidad que le asiste a cada uno con las normas de bioseguridad, el cuidado propio y el de los demás. Conservar la distancia, hacer uso de mecanismos de protección, no son un capricho, el acatar los protocolos evitará que se vuelva a un confinamiento extremo y se tengan que tomar medidas más drásticas.

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